El lado menos visible de la carencia hipotecaria
Una de las figuras que pueden resultar atractivas para algunas personas a la hora de pagar sus hipotecas es la de la carencia hipotecaria. A veces, dependiendo de la entidad y el tipo de hipoteca contratada, podemos pedir un periodo de carencia por el cual no pagaremos los intereses que corresponden de nuestra cuota.
Es decir, si pagamos 500€ de hipoteca, de los cuales 250€ son importe y otros 250€ intereses, la carencia nos permite (en determinados casos no en todos) posponer el pago de esa parte que corresponde a los intereses para mas adelante, siempre previo pago de mas intereses.
Es decir, podemos dejar de pagar la mitad o la parte de la cuota que corresponde a intereses, pero debemos tener claro que esos intereses que no estamos pagando, los pagaremos mas adelante y con un importe mucho mayor, ya que el interes por aplazar un pago, lo que hace es subir todavía mas.
Te dejamos con un fragmento del artículo donde se explica esta figura al detalle y se advierte de los beneficios y de las desventajas que puede llegar a originar si no se utiliza con cabeza.
Cuando contratamos cualquier préstamo hipotecario, tenemos que saber que la forma de reembolsarlo es abonar todo el capital y sus correspondientes intereses. Este pago, que se extenderá durante décadas, se irá realizando mediante cuotas. No obstante, a lo largo de los años que dura la vida de las hipotecas, podemos encontrarnos con dificultades económicas o imprevistos que nos imposibiliten hacer frente a alguna de las mensualidades. Para situaciones así los bancos presentan y ofrecen una figura financiera conocida como carencia, la cual nos permite dejar de pagar durante un tiempo. Aun así, la carencia engloba varias cuestiones que debemos saber para darle el mejor uso posible.
Fuente: http://www.vivados.es/noticias/economia/el-lado-oculto-de-la-carencia-hipotecaria